viernes, 25 de junio de 2010

TERROR EN HONDURAS: Cacería de periodistas

24/06/2010

por Diego Hernández Núñez

Parece ser que con el golpe de Estado en junio del 2009 y la instauración del gobierno de Porfirio Lobo en enero de este año, llegaron también los asesinatos a periodistas en Honduras. "No se mata la verdad matando periodistas", ya es una frase de moda en el país centroamericano debido a la muerte de nueve comunicadores en lo que va del 2010.
 
Y mientras Lobo viaja a Sudáfrica para ver el Mundial, las investigaciones de los nueve casos se estancan y se pierden en el fervor futbolístico. El Congreso Nacional le ha exigido al gobierno que presente los avances de las indagaciones, pero este no lo quiere mostrar a la opinión pública. Los peros de siempre.

Las amenazas e intimidaciones que reciben los hombres de prensa son innumerables. Amnistía Internacional informó que Ricardo Oviedo, presidente de la Asociación de Comunicadores de Colón, fue seguido hasta su casa por dos hombres que viajaban en una motocicleta, que además fueron vistos otras veces rondando por su casa.

Para seguir metiendo miedo, el pasado 21 de abril, un desconocido llamó al celular de Oviedo y le dijo: “Te vas a morir”.

De igual manera, el periodista televisivo Jorge Otts recibió una llamada en pleno noticiero y le dijeron que lo iban a buscar para matarlo.

Y aunque las amenazas contra ellos todavía no se han hecho realidad, otros hombres de prensa no corrieron con la misma suerte.

Casi todos los periodistas asesinados han estado involucrados en investigaciones que comprometen a funcionarios y al propio Lobo. Ellos siempre han mantenido una línea independiente y crítica hacia el régimen.

Así hayan sido grupos organizados los que perpetraron estos actos, tal vez pagados por el gobierno como ha ocurrido en otro países, ¿no es obvio el por qué? ¿No está claro que se quiere censurar a la prensa que incomoda?

LOS CASOS

El ministro de Seguridad en el año 2008 era Jorge Rodas. Antes del golpe de Estado del año pasado, él señalaba que la criminalidad en su país se había reducido. Hoy, quien está a cargo de ese ministerio es Óscar Álvarez. Cada vez que asesinan a un periodista, Álvarez sale a informar al respecto pero nunca sabe el por qué de las muertes.

La cacería contra los hombres de prensa empezó en febrero de este año con el homicidio de Nicolás Asfura de 42 años. En marzo, dos balaceras dirigidas acabaron con la vida de Joseph Hernández (27) y David Meza (51).

El mismo mes, los señores Bayardo Mairena y Manuel Juárez fueron interceptados por un vehículo cerca de la finca del presidente Lobo para luego ser acribillados. Nahún Palacios, director de TV5 y quien denunció públicamente los abusos que cometía el gobierno contra los campesinos, sufrió el mismo ataque.

El 11 de abril, Luis Chévez, locutor de radio, fue asesinado con la misma modalidad. Días después, Georgino Orellana, conductor de un programa en Televisión de Honduras (TVH) fue embestido cuando salía del canal.

Hace una semana, el director de noticias del canal 19, Luis Mondragón, fue sorprendido a tiros cuando se retiraba de su centro de trabajo. Un informe elaborado por la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) señala que Honduras es uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión de periodista.

DENUNCIAS CONTRA LOBO

Según el director de Radio Globo de Honduras, David Romero, el 95 por ciento de los medios de comunicación en ese país trabaja en beneficio del gobierno de Lobo. Por esa razón indica que en el tema de la persecución y asesinatos a periodistas lo que predomina es la impunidad.

El medio de comunicación de Romero estuvo cerrado más de 22 días por los golpistas que lo acusaban de incitar a la subversión y promover el desorden público cuando en realidad lo que hacía era informar sobre un hecho histórico que en ese momento ocurría en el país.

Tanto el Colegio de Periodistas de Honduras y la Sociedad Interamericana de Prensa le han exigido al gobierno mayores esfuerzos para que se esclarezcan las causas de los homicidios de los nueve periodistas en lo que va de su gestión.

También la Organización de Periodistas Iberoamericanos (OPI) denunciará ante el Tribunal Penal Internacional y otros organismos internacionales al presidente Porfirio Lobo, por ignorar los múltiples homicidios.

Además de los crímenes perpetrados contra los comunicadores, existen denuncias por el asesinato de políticos, abogados y empresarios a manos de bandas armadas que aparentemente trabajan para el Estado.

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