IFEX.- Tres periodistas filipinos fueron asesinados en los últimos días de la administración de la presidente saliente Gloria Macapagal-Arroyo, informan el Center for Media Freedom and Responsibility (CMFR) con sede en Manila, el Comité por la Protección de los Periodistas (CPJ) y otros miembros de IFEX. El gobierno de la Presidente ha estado marcado por la impunidad y asesinatos de los medios.
La semana negra en Filipinas comenzó cuando dos periodistas radiofónicos fueron asesinados en un plazo de dos días. El 14 de junio, Desidario Camangyan fue muerto mientras organizaba un concurso de canto en Manay, Davao Oriental. Un pistolero le disparó a la nuca mientras el periodista estaba sentado en el escenario y luego huyó. Los periodistas locales creen que el asesinato se relaciona con su trabajo. Camangyan y sus colegas habían estado cubriendo la tala ilegal durante casi un mes y habían recibido amenazas. Además habían hecho campaña para el alcalde en ejercicio de Ciudad Mati, la capital provincial, en las elecciones de mayo.
El día siguiente, dos hombres en una motocicleta le dieron cuatro tiros a Jovelito Agustín en Ciudad Laoag, Ilocos Norte. Murió en el hospital el 16 de junio. Los temas que abordaba Agustín tenían que ver con problemas en la provincia y cuestiones electorales. Era conocido por sus francos comentarios en antena contra la corrupción oficial, y recibió amenazas de muerte en las semanas anteriores a su asesinato. El 7 de mayo, su casa quedó acribillada a balazos.
El 19 de junio, un reportero del semanario "The Kastigador", Nestor Bedolido, fue asesinado por pistoleros en Ciudad Digos, Davao del Sur. Le dieron seis tiros cuando salió a comprar cigarrillos. El hijo del periodista dijo al "Philippine Daily Inquirer" que creía que el asesinato tuvo motivos políticos. Además dijo que su padre trabajó para el candidato a gobernador Claude Bautista como redactor durante las elecciones. Un periodista local dijo que Bedolido pudo haber sido asesinado porque estaba escribiendo denuncias contra un político de Davao del Sur.
"El asesinato de tres periodistas en una semana subraya la urgencia con la que el presidente electo Benigno Aquino debe actuar para invertir la escandalosa tendencia de asesinatos de medios en Filipinas", señala el CPJ.
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