Asimismo, se ha incrementado de forma notoria la tendencia que hemos denunciado en otras oportunidades hacia la intolerancia e incomprensión sobre la labor de periodistas y medios independientes, especialmente cuando se realizan trabajos de investigación en que salen a relucir anomalías, situaciones de corrupción y tráfico de influencia en dependencias de la administración pública.
A pesar de ese panorama y de diferentes situaciones dirigidas a interferir o coartar el ejercicio de la prensa y el libre acceso a fuentes informativas oficiales, entre las que se incluyen las audiencias judiciales, la República Dominicana disfruta de libertad de información porque medios y periodistas responsables no se han dejado amedrentar.
Aunque este tipo de hechos son cada vez más frecuentes, no se puede afirmar que obedezcan a una línea de acción dirigida desde el Gobierno ni desde la cúpula de la Justicia, ya que ante cada denuncia desde esas instancias se han producido claros pronunciamientos de condena.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) tiene contabilizados 65 casos de diversos tipos de agresiones, entre los que se incluyen atentados y amenazas de muerte contra periodistas, locutores y comentaristas de medios de comunicación.
Debido a lo prolijo que sería enumerar en esta exposición cada uno de esos hechos, solo nos referiremos a los más graves por la naturaleza misma de las agresiones. Estamos depositando en la secretaría de la SIP un pormenorizado informe preparado por el SNTP.
Uno de los casos más sonados por el estremecimiento producido a una reputada familia de juristas de la ciudad de Santiago y a su sociedad en general, fue el del comentarista, productor de televisión, columnista y abogado Jordi Veras, objeto el 2 de junio de un atentado del que logró sobrevivir milagrosamente. Recibió varios disparos, uno de los cuales le produjo la pérdida de la visión de su ojo derecho, sin que hasta ahora las autoridades hayan logrado esclarecer la agresión.
Robinson Cruz González, coproductor del programa “El Gobierno de Boca Chica”, que transmite por el canal Teleimagen canal 13, de esa localidad, estuvo al borde de la muerte al ser gravemente herido a tiros por pistoleros mientras transitaba junto a su esposa el 4 de junio por la avenida Sabana Larga, en el ensanche Ozama de Santo Domingo.
Ese mismo día el periodista y dirigente social Ramón Ramírez (Tito) y la productora de televisión Zoila Villa fueron atacados a tiros a la salida del canal de televisión donde producen un programa junto al periodista Isaías Peguero Corporán.
En agosto pasado el cierre de Clave Digital y del semanario Clave fue motivo de diferentes interpretaciones en círculos de opinión pública. Aunque los propietarios de esos medios emitieron un comunicado donde sostenían que el cierre se debía a razones estrictamente económicas y que no habían recibido ningún tipo de presiones desde el ámbito oficial, no dejó de causar preocupación al coincidir con una denuncia de amenaza de muerte hecha por su director, el periodista Fausto Rosario Adames.
La productora de televisión Nuria Piera, que dirige un programa de investigación periodística, difundió un trabajo acerca de las amenazas recibidas por Rosario Adames y los periodistas Esteban Rosario y Marino Zapete en circunstancias separadas. A continuación, nos permitimos presentarles parte de ese reportaje para una mayor edificación de ustedes acerca de los peligros a que se ven expuestos los periodistas en la República Dominicana.
Otro aspecto que ha creado muchas expectativas es el alcance que tendrá el proyecto de reforma a la Ley 6132 sobre expresión y difusión del pensamiento y un paquete de leyes que conformarían el Código de Comunicación.
Aunque en la elaboración participó un grupo de reputados juristas y periodistas, los textos no se conocen en detalle, especialmente los que incidirían en medios electrónicos como la radio, la televisión y la Internet. Los periódicos El Caribe y Hoy han pedido editorialmente que se produzca un amplio debate nacional, antes de que la proyectada reforma sea sometida a las cámaras legislativas.
El temor es que, independientemente de las bondades o buenas intenciones consagradas en el proyecto, algunas disposiciones puedan ser empleadas en el futuro como pretexto o interpretadas antojadizamente para imponer formas sutiles o grotescas de censura previa.
En este tenor es oportuno recordar la frase de advertencia tantas veces repetida en el seno de la SIP y que el expresidente de este prestigioso organismo hemisférico, el doctor Germán Ornes hizo suya en sus informes y exposiciones: la mejor ley en materia de libertad de prensa es la que nunca se ha escrito. Muchas gracias.
Nota: El reportaje que pasaré y para el cual pido desde ahora facilidades técnicas, tenía originalmente 14 minutos y lo voy a reducir a 4, para no extender la presentación.
Manuel A. Quiroz
Vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información.
Noviembre, 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario