Panamá, (EFE).- Un grupo de editores de medios de España, Centroamérica y la República Dominicana defendió en Panamá la obligación de los periodistas de denunciar e investigar en profundidad las situaciones que atentan contra la segurudad, en el marco del foro "¿Cómo pueden aportar los medios de comunicación a la seguridad en Centroamérica?".
La corresponsal de CNN en la República Dominicana y Haití, Diulka Pérez, resaltó la impunidad que prevalece en la isla y el hecho de que los narcotraficantes "son admirados" y frecuentan los sitios más exclusivos, mientras que los medios enaltecen su "glamour".
Defendió la tesis de que los medios deben dedicarse a denunciar estas situaciones, sin convertirse en activistas, y lamentó que la sociedad "está adormecida" y concentrada en su "individualismo".
Mientras, en el foro "¿Cómo pueden aportar los medios de comunicación a la seguridad en Centroamérica?", el director del suplemento dominical del diario español El País, Jesús Duva, consideró que el periodista debe "evitar contribuir al alarmismo".
"Los periodistas no creamos la inseguridad, reflejamos lo que sucede" en la sociedad, dijo Duva, pero apostó por la "profundidad" de la información antes que por ser el primero en divulgarla, por el riesgo que existe de violentar los derechos de las personas.También recordó que todas las "políticas de mano dura" han fracasado.
Además, el director del diario salvadoreño El Faro, Carlos Dada, enfatizó en el coloquio que los informadores tienen que reflexionar sobre la "banalización" de la cobertura y difusión de los sucesos violentos y sobre la "insensibilidad" de la sociedad.
No obstante, también defendió que el periodista "no es un activista de la paz social", ni tiene que estar ocultando situaciones de inseguridad, sino denunciar los hechos e investigar en profundidad para descubrir las verdaderas causas de la violencia.
Destacó que es más necesario hacer periodismo de investigación "con seriedad" y rechazó que el informador se haya de convertir en "agente de difusión de lo que las autoridades quieren que se diga".
Por su parte, el director del programa 7 Días, del Canal 7 de la televisión de Costa Rica, Rodolfo González, dijo que los comunicadores deben examinar si "maximizan" o "minimizan" la difusión de información sobre seguridad, y puso de ejemplo los casos de dos comunidades costarricenses expuestas a la opinión pública.
Se refería a León 13, "calificada como la comunidad más peligrosa del país" por un funcionario, con amplia difusión en la prensa local, porque ocurrieron tres muertes violentas en seis semanas, luego de lo cual los niños de esa comunidad, para dominar a sus compañeros de clase, advertían orgullosamente que "eran de León 13".
En contraste, la comunidad de León Cortés es calificada como la más segura del país, porque ha registrado un asesinato cada quince años, "pero todas sus viviendas están enrejadas porque sus habitantes dicen que 'Costa Rica no es segura'".
"Tenemos que preguntarnos si estamos perdiendo de vista el bosque por ver un árbol" al divulgar una información, sostuvo.
La editora de seguridad del diario guatemalteco Siglo XXI, Lesly Véliz, presentó el panorama de violencia y corrupción que se vive en ese país, con el crimen organizado infiltrado en las instituciones, pese a que se ha enjuiciado a varios funcionarios y policías.
Véliz sostuvo que las amenazas y las dificultades de acceso a fuentes de información creíbles dificultan el trabajo de la prensa, y manifestó que el periodista no puede perder "la capacidad de asombro" para denunciar, respetando el honor de las personas.
El jefe de redacción del Noticias Canal 10 de Honduras, Francisco Mejía, recordó que en su país el periodista es "testigo y víctima" de la inseguridad, tras el asesinato de siete de ellos en 2009, y denunció el peligro de que se convierta en un "narcoestado".
También reconoció la "irresponsabilidad" de un sector del periodismo hondureño que hace apología del delito y convierte en héroes a los delincuentes, mientras se abandona la obligación de dar seguimiento a la cobertura de hechos noticiosos relevantes.
La directora de información de TVN-Canal 2, Siria Miranda, admitió que en Panamá la televisión ha cometido excesos en la difusión de noticias de violencia, lo que llevó a las cadenas a hacer una "autocrítica" y llegar hace un año a un acuerdo.
El compromiso fue limitar la emisión de sucesos a siete minutos, frente a los 30 que se le llegaban a dedicar, para acabar, entre otras cosas, con la percepción de que "el periodista tiene la culpa de todo".
Por su parte, el periodista de Reporter Press de Belice, Dyon Elliott, respaldó la exigencia de denunciar los delitos y evitar "alentar la criminalidad" y "glorificarla".
El foro es organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
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